1. La escritura es terapéutica
Cada mañana a primera hora me pongo a escribir 3 páginas a mano. Es una escritura libre, automática casi. Escribo todo lo que me viene en mente, lo bueno, lo bonito, lo feo. Escribo sobre mis frustraciones, mis objetivos, mis sueños, mis deseos, mis experiencias. Todo va, son páginas para mi misma, no para publicar, ni para compartir. Incluso, no vuelvo a leerlas. Las palabras quedan confiadas al papel. De esta manera libero la mente y se activa la creatividad. Esta práctica la aprendí de la maravillosa Julia Camarón en su libro «El camino del artista».
2. La escritura nos ayuda a dar un lugar a nuestras emociones
Escribir es como la Marie Kondo de las emociones. Cuando escribí mi primera novela era lo que pasó. Al escribir sobre mis emociones, experiencias, situaciones, podía darles un lugar, de la misma manera como se acomoda la ropa recién planchadita en el ropero o los cajones. Después se cierra el cajón y ya no hay que darle vueltas al asunto. Es una manera de dejar subir a la superficie lo que pasa en mi interior y echarle luz, simplemente reconocerlo y dejarlo existir. El papel es paciente y me permite igualmente de tomar una distancia para no identificarme con mis emociones. Por arte de magia, las puedo ver desde otra perspectiva, entender mejor lo que está pasando, y llegar a aceptar.
3. La escritura nos brinda la oportunidad de contar una historia mejor.
¿Te das cuenta de que, alrededor de los hechos contamos historias? Creo que todos lo hacemos. Los eventos, situaciones pasan por nuestros filtros, filtros conectados a experiencias pasadas y nuestra subconsciente. La realidad ya no es la realidad sino nuestra historia basada en las percepciones de la misma que tomamos por hechos. Nuestras historias a menudo no son muy positivas, pero la escritura nos permite de re-escribir algo que percibimos como negativo, y contar el mismo suceso desde otra
perspectiva. Por ejemplo, una mujer que sale de una relación tóxica y abusiva puede escribir sobre lo que esta relación la enseñó, contar que esta situación la hizo ver lo fuerte que es y la resiliencia que tiene. No se trata de negar o mentir, ni de inventar, se trata de escribir algo más positivo. Contar la historia desde un punto de vista de aprendizaje, de crecimiento personal, nos hace sentir mejor, más felices.
4. Scripting o el guion de atracción
El guion o “scripting” es una técnica de la ley del a atracción ofrecida por Abraham- Hicks en su libro “Pide y se te dará” Es un método que te convierte en director y productor de tu vida para atraer las cosas que deseas, manifestar lo que quieres ya sea en cuestiones de abundancia, creatividad, amor, espiritualidad, carrera, éxito, salud y cualquier área. La idea es de escribir una situación, un evento, una experiencia deseada que no ha ocurrido de manera como si se hubiera realizado ya en este momento. Se trata de escribir con el máximo de detalles incluyendo colores, imágenes, sensaciones, sonidos, olores, fragancias y todo lo que añade vida y realidad a la descripción. Lo mejor es de hacerlo con un corazón ligero, con intención, pero sin apego al resultado. Si todo eso se manifiesta, qué alegría, pero si no, vamos a seguir felices con nuestras vidas. ¡Inténtalo!
5. La escritura nos ayuda a agudizar nuestro enfoque y aumenta la capacidad de observar
Escribir es observar. Cuando escribimos, todo, literalmente todo se convierte en material de escritura. Por lo tanto, es necesario estar sumergid@s en la vida plenamente. Hay que vivir para poder escribir. Cuando escribimos una novela, por ejemplo, necesitamos desarrollar nuestros personajes, consecuentemente es lógico que prestamos atención a las personas de nuestro entorno, de una manera diferente. Lo mismo pasa si queremos describir paisajes, lugares, ciudades. Necesitamos ver los detalles, prestar atención a los sonidos, la temperatura, el ambiente, la energía, los colores, los olores para poder transportar a nuestros lectores a estos lugares a través de nuestras palabras.